Matando una pesadilla
Ya conté varias veces de mi situación académica, con una materia en la que tenía a las profesoras enemistadas conmigo, con la misma profesora como secretaria de quien se encarga de problemas con alumnos y en una facultad sin centro de estudiantes. Desde el 2008 no podía encontrar solución a esto sin quebrar mi dignidad pidiendo disculpas por errores que no cometí y que nada me aseguraba que luego podría sacarla. Mi plan (descabellado) consistía en cambiarme de universidad para rendir la materia y luego volver...
Durante un tiempo estudié, los temas eran distintos y los libros eran otros. Después de pasar medio año esperando el pase, apenas me lo dieron, me anoté para el próximo turno y me presenté a rendirla. Una vez en el exámen, pese a que había leído todo lo que daban en Rosario, lo que me estaban tomando era distinto, mas parecido a lo que me habían enseñado en Villa María y que me acordaba muy poco. En la desesperación casi dejo de hacerlo, pero como ya estaba ahí lo hice, como pude, con dudas, pero lo terminé y tuve que esperar una hora a que corrijan. Durante esa hora hablé con todos los que habían hecho el final, se quejaban de que no era ni parecido a lo que habían visto, no era el único. Entretanto, me trastornaba con la idea de volver a Bell Ville y tener que responder a la pregunta "¿Cómo te fué?" y salir airoso al tratar de explicar qué "Tomaron cosas que no había que estudiar" sin que piensen que es una simple excusa para no decir que no estudié. La hora pasó y llegó el momento de mayor tensión, me llaman, me dicen los errores y me dicen que la nota es un... siete, sí, siete, no lo podía creer, me había liberado del peso de más de un año.
De ahí, apenas salgo, unos amigos me esperaban para ir a tomar algo y empezar los festejos del día del amigo, una noche increíble marcaba el fin de una pesadilla, un problema por el que muchos dejan la facultad estaba resuelto, si no se puede por el Este hay que darle por el Oeste, pienso seguir rindiendo y tener mi título de ingeniero en algún momento. Sin rebajarme, siempre con la frente en alto, con dignidad, sin chupar medias, ante estos problemas hay que ser creativos y rockear, es más dificil pero estas cositas son las que marcan diferencias en la gente.
Durante un tiempo estudié, los temas eran distintos y los libros eran otros. Después de pasar medio año esperando el pase, apenas me lo dieron, me anoté para el próximo turno y me presenté a rendirla. Una vez en el exámen, pese a que había leído todo lo que daban en Rosario, lo que me estaban tomando era distinto, mas parecido a lo que me habían enseñado en Villa María y que me acordaba muy poco. En la desesperación casi dejo de hacerlo, pero como ya estaba ahí lo hice, como pude, con dudas, pero lo terminé y tuve que esperar una hora a que corrijan. Durante esa hora hablé con todos los que habían hecho el final, se quejaban de que no era ni parecido a lo que habían visto, no era el único. Entretanto, me trastornaba con la idea de volver a Bell Ville y tener que responder a la pregunta "¿Cómo te fué?" y salir airoso al tratar de explicar qué "Tomaron cosas que no había que estudiar" sin que piensen que es una simple excusa para no decir que no estudié. La hora pasó y llegó el momento de mayor tensión, me llaman, me dicen los errores y me dicen que la nota es un... siete, sí, siete, no lo podía creer, me había liberado del peso de más de un año.
De ahí, apenas salgo, unos amigos me esperaban para ir a tomar algo y empezar los festejos del día del amigo, una noche increíble marcaba el fin de una pesadilla, un problema por el que muchos dejan la facultad estaba resuelto, si no se puede por el Este hay que darle por el Oeste, pienso seguir rindiendo y tener mi título de ingeniero en algún momento. Sin rebajarme, siempre con la frente en alto, con dignidad, sin chupar medias, ante estos problemas hay que ser creativos y rockear, es más dificil pero estas cositas son las que marcan diferencias en la gente.
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