Una breve historia de ruta

Todo lo que cuente de ahora en mas en este posteo sepa querido lector o lectora que se que está mal y que me excuso con mi edad de aquel entonces que me daba privilegios de adolescente, privilegios que de a poco se me van yendo.

Tengo mil historias para contar y creanme que todas son buenas pero lamentablemente por varias razones me limito a escribir solo las admisibles por la mayoría de quienes, por tropezón, puedan llegar a entrar a esta página. Esta vez voy a tratar un poco de mis escapadas en auto.

Sepan los que no me conocen que busco centrarme siempre y que, sin embargo, termino balanceandome entre el diablito y el angelito hasta equilibrarme. Asi es que de a veces tengo arrancadas que terminan llevandome a hacer cosas que de pensarlo bien no haría. Como sacarle el auto a mi viejo y viajar sin rumbo.

Me encanta la ruta y al manejar siento una calma total que apaga enseguida cualquier sentimiento de ansiedad. No se por qué pero lo disfruto mucho y me hace bien cuando busco salir un poco de tanto lío. Me encantaría que el auto sea mio para poder hacer esto sin tener que luego rendir cuentas a nadie pero la realidad es que todavía no puedo cargar con el gasto que implicaría, ni pagarlo. Asi que intento conformar a mi conciencia con lavarlo siempre y prestarle plata a mi viejo.

Cada una de esas salidas de cadena merecen un posteo asi que voy a tratar de no meterme en detalles. Cuestión que he terminado en lugares que ni sabía que existían, con personas que jamás hubiese conocido, con el auto chocado, con el auto roto, cambiando una goma en santa fé, perdido en caminos de tierra, en una zanja enterrado, andando por una ruta en construcción o en situaciones que mejor esperar para contar si es que llego a considerarlas como "contables".

La última y razón por la cual estoy ahora escribiendo terminó por convencerme de que no estaban tan bien mis casi-aventuras y que debía ser mas cuidadoso. Empezó mas tranquila que cualquier otra, practicamente preparada, tenía planeado ir a Rosario en auto y frenar a visitar a una amiga de paso, pero como a último momento tuve que postergar el viaje para unos días decidí cambiar el itinerario y solo ir a visitarla, después de todo hacía mucho no la veía, necesitaba distraerme y había cobrado ese misma día. La ida fué una paz absoluta, un clima perfecto que con el vidrio bajo y escuchando radio me hacía sentir como en alguna película holliwoodense. Una vez en el pueblo la pasé muy bien, la noche estaba tan tranquila que parecía descoordinar con el resto de mis miniviajes. Las charlas muy lindas salvo por haber tocado temas como accidentes en viajes. Todo vino a la vuelta.

Venía por la Ruta 9 (famosa por su alta cantidad de accidentes) cuando casi llegando a San Marcos el colectivo que estaba delante mío y que venía mirando para alcanzarlo, impacta contra un megane gris cerca de las 5 de la madrugada. Desde ese instante todo se volvió confuso, el choque pareció, desde donde vi todo, una suerte de maniobra ocasionada por un estruendoso destello supongo que de los cristales que terminó con el colectivo a mitad de la ruta y el automovil frenando delante mio y quedandose quieto a pocos metros de mi auto. El resultado fue escalofriante, miraba tratando de encontrar señales de vida en el bulto humano que se acomodaba bruscamente en el piso pero no había nada, del otro lado, semi inconciente, un tipo de mi edad trataba de salir de la masa metálica en la que se había convertido su auto. Estaba totalmente fuera de mi, no entendía como de un momento a otro aparecí en medio de un escenario horrible, volvi a la realidad cuando un camionero que ya se había bajado a ver me pedía ayuda para auxiliar al hombre. Cuando logramos sacarlo notamos que la pierna estaba totalmente destruída y el pobre tipo respondía a los cuestionamientos del camionero diciendo que viajaban con una mujer además del otro que estaba muerto. Estuve mas de una hora buscando alguien que no existía, en eso veía frenar delante de mi auto a la policía, ambulancia y bomberos que ya habían puesto las cintas de "peligro" sobre mi corsa. La mujer que decía el herido parece ser que por suerte no venía con ellos y fué pura alucinación. ¡A todo esto pasando frío ya que estaba en mangas cortas y ojotas!. Estaba amaneciendo y al enterarme por un oficial que faltaba todavía que venga el perito entre otras chinches, decidí no ser la punta de una cola que terminaba en el horizonte y recurrir a un atajo que pertenece a otro viaje. Volvi unos cuantos kilómetros hasta topar con un camino de tierra, que luego de varias maniobras me consiguó comunicar con la autopista que se construye paralela a la ruta 9, esa misma autopista en construcción alguna vez confundió mi rumbo desde Bouquet y terminé en San Marcos sin saber en donde estaba ya que no hay señalización. Seguí el camino que una vez odié por haberme perdido y contento logre empalmar con la 9 justo un par de kilómetros pasando el accidente.

Llegué a casa como a las 7.30 AM y antes de dormir, pese al sueño que cargaba, pensaba en todo lo que me había pasado, en lo que hablé con mi amiga y que ahora tenía sentido el haberme desencontrado en esa autopista en construcción me ponía nuevamente en duda si hay algo que teje los hilos de nuestras historias, quizás, luego de tanta suerte de viajar mucho saliendo ileso, este accidente, esta desgracia, estaba ahí con un propósito para los que lo vivimos, de ser asi el significado para mi está mas que claro, tengo que ser mas cauteloso a la hora de salir a pasear afuera. Simple pero necesario, de ahora en más voy a ser menos impulsivo, tengo que empezar a pensar varias veces lo que hago. A veces se necesita un poco de realidad para aprender.

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